Pocos torneos pueden presumir de la historia y la tradición del Dionisio Nespral, que este verano alcanzó su 61ª edición. La nueva entrega fue presentada en el Ayuntamiento de Gijón, en un acto que contó con la presencia del concejal de Deportes y presidente del Patronato Deportivo Municipal, Jorge Pañeda; la directora general de Deportes del Principado, Manuela Fernández; y el presidente del Real Club de Tenis de Gijón, Florentino Cueto-Felgueroso Fernández-Nespral, junto al director del torneo, Jaime Cueto-Felgueroso Fernández-Nespral.
El campeonato se disputó del 10 al 16 de agosto en las instalaciones del Real Club de Tenis de Gijón, con el apoyo del Patronato Deportivo Municipal, el Principado de Asturias, y diversos patrocinadores.
La gran novedad de esta edición fue el salto a la categoría ITF M25, lo que supuso un notable incremento de nivel. El torneo repartió 30.000 dólares en premios, fue puntuable para el ranking ATP y atrajo tanto a jugadores internacionales como a jóvenes promesas situadas entre los 100 mejores del mundo júnior, que encontraron en Gijón una oportunidad de abrirse paso en el circuito profesional.
Durante la presentación, Florentino Cueto recordó la evolución de la cita: “En sus primeros años fue un torneo muy familiar, después pasó a ser nacional, más tarde una exhibición de leyendas… Ahora hemos decidido dar el paso de profesionalizarlo para atraer incluso a jugadores del top 150 mundial”.
El concejal Jorge Pañeda destacó que el crecimiento del Dionisio Nespral “no fue casualidad, sino fruto del esfuerzo del club, la visión de futuro y la ambición de seguir mejorando”, mientras que Manuela Fernández felicitó a la organización por “el salto de nivel” y puso en valor la fórmula de colaboración público-privada que consideró “indispensable” para garantizar la continuidad de este tipo de eventos.
Creado en 1964 para impulsar el tenis en Gijón, el Dionisio Nespral se consolidó como una cita de referencia en el norte de España sobre tierra batida. A lo largo de sus seis décadas de historia, fue testigo del paso de grandes figuras como Carlos Moyá, Feliciano López o el gijonés Pablo Carreño, y en esta edición volvió a reafirmar su prestigio dentro del calendario deportivo.